Estocolmo es una ciudad de museos. Además de los más conocidos, como el del Vasa o Skansen, otras exposiciones como las del Museo Nobel, el Museo Nacional, el Moderna Museet o el Fotografiska, harán las delicias de los aficionados al arte y la cultura que visiten la ciudad.
Uno de los edificios más representativos del paisaje de Estocolmo es el del Ayuntamiento. Su fachada de ladrillo y, sobre todo, su torre Tre Kronor son una de las escenas más representativas de la ciudad. Desde lo más alto de ella, se tienen las mejores vistas de Gamla Stan.
Aunque hace mucho que los reyes de Suecia ya no viven en el Palacio Real de Estocolmo, el edificio sigue siendo el centro de la monarquía sueca y se utiliza para eventos oficiales y zonas de trabajo de la Casa Real. Sus salas, museos y el cambio de la guardia hacen que sea uno de los lugares de visita obligada.
Skansen es uno de los lugares con más encanto de Estocolmo y está especialmente indicado si visitamos la ciudad con niños. Es un museo de casas tradicionales suecas al aire libre que cuenta también con un zoológico, zonas de atracciones infantiles y un activo calendario de festividades.
El Vasa fue uno de los navíos de guerra más impresionantes del siglo XVII. Sin embargo, se hundió en su viaje inaugural y se le perdió el rastro hasta que cerca de 300 años después fue rescatado de su lugar de naufragio y ubicado en este museo.