Estocolmo es una ciudad rica en museos. Algunos como el Museo del Vasa, Skansen o el curioso museo dedicado al grupo musical ABBA merecen tener su propio espacio entre las cosas que ver en la ciudad, pero hay otras muestras y exhibiciones que también merecen atención.
Si estás interesado en visitar diferentes museos durante tu estancia -algo que puede ser especialmente interesante si tenemos que visitar la ciudad en invierno, con menos horas de sol, o hace mal tiempo durante nuestra visita-, es posible que te compense hacerte con alguna tarjeta de turismo como la Go City Pass o similares. Infórmate y echa cuentas, porque igual ahorras algo de dinero en tu visita.
Museo Nobel
Una de las particularidades que hacen popular a Estocolmo en todo el mundo es que en ella es donde se entregan anualmente los Premios Nobel -salvo el de la Paz, que se concede y entrega en Oslo-. La Academia Sueca es la responsable de elegir a los ganadores de cada año entre las diferentes candidaturas y, precisamente, es en el edificio que la alberga donde se encuentra también el Museo Nobel. Está situado en Stortorget, una de las plazas más populares de Gamla Stan.
Se trata de un museo pequeño, pero bastante ilustrativo de lo que fue la vida de Alfred Nobel (inventor de la dinamita), la historia de estos galardones y los perfiles de algunos de los premiados. En la muestra se presentan también diversos cortometrajes sobre algunos de los galardonados más célebres, así como algunas actividades para niños.
Museo Nacional de Estocolmo
Se trata del principal museo de arte de la ciudad y su fundación data de finales del siglo XVIII, aunque sólo tiene su base en el edificio actual . Está situado en la zona de Blasieholmen, muy céntrico, a poca distancia a pie de zonas como Gamla Stan o Djurgaarden. Su principal atractivo son las grandes obras de pintores de renombre mundial como Rembrandt, Rubens, El Greco, Renoir, Goya, Tiepolo, Cezanne, Van Gogh o Gauguin.
A poca distancia, se abrió a mediados del siglo pasado el Moderna Museet, que estaba destinado a ser la sección contemporánea del Museo Nacional, pero que con el paso del tiempo ha adquirido entidad propia.
Moderna Museet
El Moderna Museet nació en 1958 como una división del Museo Nacional, en un edificio aparte situado en la isla de Skeppsholmen, aunque con el paso del tiempo se ha convertido por sí solo en una auténtica referencia mundial del arte de los siglos XX y XXI. En su colección permanente alberga obras de artistas como Picasso, Dalí o Matisse.
El edificio que alberga el Museo es también bastante especial por sí mismo, ya que fue completamente renovado en la década de los 90 por el arquitecto español Rafael Moneo.
Museo de la ciudad (Stockholm Stadsmuseum)
La principal exposición sobre la historia de Estocolmo se encuentra en un edificio del siglo XVII situado en la zona de Sodermalm, al sur de la ciudad, aunque el Museo de la Ciudad, como tal, no se abrió en este edificio hasta 1930.
Alberga una muestra de 300.000 documentos, 20.000 obras de arte y cerca de tres millones de fotografías relacionadas con la historia y la vida cotidiana de la ciudad. Su muestra se divide en dos grandes áreas: una sobre la historia de Estocolmo y otra sobre la arquitectura de la ciudad. El Museo organiza también rutas guiadas temáticas por la ciudad. En la actualidad, se ofrece una sobre Abba y otra sobre las novelas de la trilogía Millennium del escritor sueco Stieg Larsson.
Fotografiska:
Uno de los museos de Estocolmo más recientes y, al mismo tiempo, uno de los más originales. Se trata de un museo privado dedicado casi íntegramente a la fotografía contemporánea situado en la zona de Södermalm, al sur del centro de la ciudad. Sus exposiciones temporales son especialmente atractivas, ya que en ellas se han presentado algunos de los principales nombres de la fotografía actual.
Museo de ABBA:
Este grupo de música sueco popularísimo en los años 70 y 80 es el protagonista de otro de los museos de Estocolmo abiertos más recientemente, que quizá no aporte mucho sobre arte o historia (y su entrada es más cara que la mayor parte de las atracciones que sí lo hacen), pero que sí representa una curiosa muestra de cultura popular sueca y europea de la época.
Allí podremos contemplar toda la parafernalia típica del grupo: trajes, premios, discos y recuerdos varios, pero también hay una serie de aplicaciones tecnológicas y pequeñas actividades que nos permitirán cantar en un estudio de grabación o pasar por una pista de baile.
Podéis comprar las entradas por Internet desde aquí.
Aparte de ello, junto al Museo de ABBA se encuentra también el Swedish Music Hall of Fame (la entrada es válida para los dos), donde podrás conocer más sobre otros grupos y cantantes locales.